jueves, 3 de octubre de 2013

INGENIERÍA FISCAL

La ingeniería fiscal es una estrategia cuidadosamente planificada, que tiene como finalidad evitar, demorar o reducir al máximo el pago de impuestos de una persona o empresa. Este procedimiento aprovecha vacíos legales, imprecisiones en las leyes y diferencias en las regulaciones tributarias de los diferentes países, con el fin de obtener una reducción de impuestos.

Todo esto puede ocurrir  gracias a la globalización y a los cambios en las políticas económicas y financieras de las últimas décadas.
Todo esto ha sido impulsado por algunos gobiernos y organismos internacionales entre ellos  la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), quienes han impulsado una serie de políticas encaminadas a eliminar trabas al comercio entre los países y a favorecer la libre circulación de capitales.
Se denomina ingeniería fiscal porque, planifica y lleva a cabo proyectos de una gran complejidad.
Por otra parte los “ingenieros fiscales” no sólo estudian y conocen al detalle las legislaciones tributarias de los distintos estados y territorios, sino que también aprovechan sus ventajas, ambigüedades y lagunas normativas para desarrollar estrategias fiscales que favorezcan a sus clientes.  De tal manera y valiéndose entre otros de paraísos fiscales, acuerdos bilaterales y tratados de doble imposición consiguen evitar, o al menos reducir considerablemente, la cantidad de impuestos que deben pagar las personas o empresas que contratan sus servicios.
Las grandes multinacionales y, en menor medida, la gente rica tradicionalmente se han utilizado y sigue siendo en gran medida lo que, debido a su costo relativamente alto.
Es importante mencionar, que las soluciones más simples para la planificación fiscal internacional están disponibles y son de interés para casi cualquier persona con un mínimo de recursos que podrían ser destinados al ahorro o la inversión.

En los últimos años el crecimiento explosivo de Internet ha ayudado a llevar estos servicios a los ciudadanos comunes, a menudo a través de empresas de servicios offshore.
En conclusión se puede decir que la ingeniería fiscal debe ser de mucho interés para empresas con pocos recursos, para así poder reducir el pago de sus impuestos y destinarlos mejor a la producción, se me hace un tema demasiado interesante porque así se podría terminar con el pago elevado de intereses que en ciertas ocasiones suele ser algo excesivo o exagerado

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